Mensaje del Párroco - 5 de julio de 2025

Queridos feligreses de San Martín:

San Pablo escribe en la segunda lectura de este domingo: “De ahora en adelante, que nadie me ponga más obstáculos, porque llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús”. Estas palabras son misteriosas, pero podrían indicar que San Pablo fue el primer estigmatizado, es decir, alguien que manifiesta milagrosamente las llagas sagradas del Señor en sus manos o pies. A lo largo de la historia, los santos han tenido esta participación especial en la pasión de Jesús, en particular San Francisco y, más recientemente, San Padre Pío.

El Padre Pío se hizo famoso por sus extraordinarios dones —la bilocación, la lectura de almas y la presencia de los estigmas— mientras aún vivía. La gente viajaba desde lejos para verlo y asistir a sus Misas. Se cuenta la historia de un soldado estadounidense asignado en Italia durante la Segunda Guerra Mundial que asistió a una de sus Misas. Al salir de la Misa, el soldado lo detuvo y le pidió que le mostrara las manos. (El Padre Pío mantuvo las manos vendadas durante la misa para que la gente no viera las heridas sangrientas). El Padre Pío lo ignoró. El soldado repitió: “Muéstrame tus heridas”. Tras ser ignorado de nuevo, el soldado se mantuvo firme: “Mira, no creo que realmente las tengas, pero muéstrame tus heridas”. Finalmente, el Padre Pío se detuvo, se quitó una de las vendas y dijo: “Mira, aquí están. Ahora muéstrame tus heridas”. El Padre Pío lo condujo al confesionario, donde escuchó la confesión que le cambió la vida.

El sufrimiento es misterioso y a menudo inexplicable. Sin embargo, sabemos que nuestro sufrimiento, ofrecido en unión con la Pasión de Cristo, nos permite participar libremente en la obra redentora de Dios y, así, merecer la gracia para nosotros y para un mundo alejado de Dios. ¿Cómo los está invitando Cristo a ofrecer sus sufrimientos en unión con él para su redención y para que la gracia aumente en el mundo?

¡Muchísimas gracias a todos los que ayudaron en la fiesta de despedida del P. Stefan el domingo pasado! La fiesta fue un verdadero anticipo del cielo. El P. Stefan se sintió profundamente conmovido por las muestras de amor y apoyo de nuestros feligreses.

En Cristo,

P. David