Queridos feligreses de San Martín,
¡Feliz Cuaresma! Todos hemos oído hablar de las recientes tribulaciones de salud del Papa Francisco. Tener 88 años, un pulmón y una doble neumonía es una afección muy grave. Al comenzar el tiempo de Cuaresma con el Papa sufriendo como está, me siento impulsado a pensar en la realidad del sufrimiento redentor. La Cuaresma es un tiempo de preparación espiritual para la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Es una paradoja que el mayor poder de Jesús se manifestara en su momento de mayor debilidad y sufrimiento, es decir, su Pasión y Muerte. Jesús redime el sufrimiento, por así decirlo, permitiéndo que sea una fuente de gracia inimaginable.
San Pablo tiene una declaración notable: "Ahora me allegro de lo que padezco por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las aflicciones de Cristo su cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1:24). El sufrimiento redentor significa que, aunque la pasión de Cristo fue perfecta y no le faltó nada, nuestros propios sufrimientos, unidos a los suyos y ofrecidos en amor, atraen abundantes gracias para la Iglesia. El Papa, como Vicario de Cristo, tiene un papel especial en el sufrimiento con Jesús por la redención del mundo. Quizás en ningún otro momento la misión del Papa haya sido tan importante para nosotros.
En la Cuaresma, nuestro propio papel en el sufrimiento redentor pasa al primer plano. Tal vez no estemos lidiando con una enfermedad grave, pero todos tenemos nuestras propias cruces que pueden unirse con el sacrificio perfecto de Cristo. De manera especial, nuestra participación activa en la Misa es unirnos a nosotros mismos, y especialmente a nuestros sufrimientos, en unión con el sacrificio de Cristo. Las gracias que abundan de esa acción solo podremos conocerlas plenamente en el cielo. San Padre Pío dijo: "Sólo sufro cuando no estoy sufriendo". Lo que quería decir era que cuando sufría, podía unirse a Cristo más íntimamente y participar más plenamente en su obra redentora.
Por favor, marquen las fechas del lunes 24 de marzo y el martes 25 de marzo en sus calendarios. De 6:30 p.m. a 9:00 p.m. cada noche celebraremos nuestra Misión Parroquial: Vía Crucis: Encontrando Esperanza en el Sufrimiento. Las noches incluirán charlas sobre la vida de los santos, adoración eucarística, misa y oraciones de sanación.
En Cristo,
P. David
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