Mensaje del Párroco - 7 de junio de 2025
- St. Martin of Tours
- 7 jun
- 2 Min. de lectura

Queridos feligreses de San Martín:
A veces la gente pregunta: "¿Qué es más importante, la Navidad o la Pascua?". Y la respuesta es... ¡Pentecostés! Bromeo, pero en cierto sentido, Pentecostés es la fiesta más importante del año eclesiástico. Esto se debe a que Pentecostés es el evento culminante del plan de salvación de Dios. El derramamiento del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y María cincuenta días después de Pascua, que marca el nacimiento de la Santa Madre Iglesia, pone el sello final a la acción redentora de Dios. Dios se dispuso a redimir al mundo inmediatamente después de la caída de Adán y Eva. Hoy marca su culminación. Adán y Eva perdieron la comunión con Dios, y ahora Dios restaura esa comunión de la manera más maravillosa. Él vive en nosotros y nosotros vivimos en él por la gracia, y esa gracia se revelará plenamente como gloria en el cielo. En Pentecostés, Dios se revela como la Santísima Trinidad, una eterna comunión de amor entre tres Personas divinas. El amor, que es la vida de Dios, se derrama en nuestros corazones, para que ahora podamos amar como Dios ama. En Pentecostés, nos divinizamos, es decir, participamos de la naturaleza de Dios como hijos adoptivos del Padre. Hoy celebramos con alegría nuestra nueva vida: la gracia santificante, los siete dones del Espíritu Santo, los carismas y frutos del Espíritu, así como las importantísimas virtudes de la fe, la esperanza y el amor. Apenas he rozado la superficie del inmenso poder y la gracia de este evento, que no se limita al pasado, sino que es nuestro hoy a través de la celebración litúrgica de la Iglesia.
Quiero expresar mi más sincera gratitud a todos los que ayudaron a planificar y llevar a cabo nuestra Misa y Picnic Parroquial anual. Nuestras Hermanas y Miguel Hernández coordinaron un excelente comité de actividades parroquiales, por quienes estoy especialmente agradecido. Agradezco a todos los que ayudaron a preparar la Misa, a los servidores, a quienes proporcionaron la deliciosa comida, bebidas y postres, a los músicos, a los coordinadores de actividades, a los vendedores de boletos y a todos los que ayudaron a limpiar después. Fue un evento divertido y alegre, que realmente demostró el dinamismo y el espíritu de nuestra parroquia. ¡Fue la mejor versión de San Martín!
En la Unidad del Espíritu Santo,
Padre David

Comments