Mensaje del Párroco - 23 de noviembre de 2025

Estimados feligreses de San Martín:

La Solemnidad de Cristo Rey, que es el último domingo del año litúrgico de la Iglesia, nos remite al principio de la creación. Adán y Eva fueron creados con dignidad real. Dios les dice en Génesis 1:28: «Dominen los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra». En otras palabras, Dios creó a los seres humanos para ser reyes y reinas de la creación, actuando con su propia autoridad. Sabemos que perdimos nuestra dignidad real a causa del pecado original. Hoy nos regocijamos en la restauración de esa dignidad mediante nuestra unión con Cristo Rey. San Pedro afirma en su carta: “Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real, un nación santa, un pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz” (1 Pedro 2:9).

En la liturgia, proclamamos a Cristo Rey de diversas maneras. Una de ellas es la genuflexión. Al entrar en la iglesia, hacemos una genuflexión ante el sagrario, porque hemos entrado en la presencia del Rey. El uso del incienso en la Misa también reconoce la realeza de Cristo. El emperador romano era inciensado como señal de su autoridad y estatus divino. Los primeros cristianos fueron condenados a muerte por negarse a ofrecer incienso al César o a los dioses romanos. En la Misa, el sacerdote y los fieles son inciensados en el ofertorio como señal de que Cristo es el Señor y que nosotros también participamos de su reinado sobre la creación. Finalmente, nos arrodillamos antes y después de la Comunión, pues este es el gesto más reverente y natural de humildad ante la presencia de Cristo, Rey de Reyes.

Gracias por acordarse de nuestra parroquia en este próximo Giving Tuesday. Los fondos donados se utilizarán para la renovación del interior de las dos casas en Summit Ave., así como para la compra de decoración religiosa para el salón parroquial.

En Cristo,

P. David