Estimados feligreses de San Martín,
Podemos suponer incorrectamente que Jesús no era susceptible a las emociones humanas normales, especialmente a las que consideramos emociones negativas. La verdad es que Jesús experimentó toda la gama de emociones humanas, desde el gozo y el amor hasta la ira y el dolor. En la segunda lectura de este domingo, el autor de la Carta a los Hebreos escribe: “[Jesús] ofreció oraciones y súplicas con grandes gritos y lágrimas a Aquel que pudo salvarlo de la muerte”. En el Evangelio, cuando Jesús estaba a punto de entrar en su Pasión, revela a los que estaban con él: “Ahora estoy turbado”.
Es una percepción errónea común sobre la naturaleza humana que cuanto más maduros y perfectos nos volvemos, más inmunes somos a las emociones. Desde este punto de vista, las emociones se consideran algo que hay que superar, ignorar o reprimir. La verdad es que Dios creó todas las partes de nuestra humanidad como buenas, incluyendo nuestra vida emocional. Nuestro objetivo no es superar estoicamente nuestras emociones, sino integrarlas en la naturaleza humana para ayudar a nuestra razón y voluntad.
En estas últimas semanas de Cuaresma, los animo a meditar sobre la “angustia” que el Señor experimentó al afrontar su Pasión, la ansiedad que le llevó a sudar sangre en el huerto, sus lágrimas y fuertes gritos desde la cruz, el dolor de su sentimiento de abandono. Esta mediación, que toma en serio la humanidad de Cristo, fomenta una profunda conexión amorosa con Jesús y abre un espacio para que Él esté con nosotros en nuestra propia vivencia de la Pasión.
¡Muchas gracias al P. Emilio Biosca y a los Frailes Franciscanos Capuchinos del Santuario del Sagrado Corazón en D.C. por guiarnos en nuestra misión parroquial la semana pasada! El celo y la alegría de los jóvenes frailes eran contagiosos y una gran fuente de alimento espiritual para nuestra parroquia.
Por último, gracias a su generosidad en el Giving Tuesday de noviembre, la oficina parroquial ha instalado aire acondicionado central y ha reemplazado nuestras viejas ventanas. Un enorme agradecimiento a nuestros talentosos y generosos feligreses que han completado el trabajo para nosotros, especialmente Rivera’s Painting, LLC. ¡Estamos oficialmente listos para el verano!
En Cristo,
P. David
